Preparar
cualquier prueba deportiva suele suponer esfuerzo. Durante mucho tiempo he
escuchado en conversaciones con clientes, amigos, compañeros, explicar su
experiencia de cómo encaraban el entrenamiento. Curiosamente un par de verbos
han sido común denominador de varias de esas conversaciones. Me han hecho
pensar mucho, tanto como para escribir este post.
Las
palabras que componen nuestro lenguaje, con las que nos expresamos y
comunicamos son las que dan la orientación a nuestras acciones finales, previo
a cómo hayamos formulado nuestras ideas.
Hace
algún tiempo decidí cambiar la forma de expresarme. No puedo cambiar el
significado de las palabras, sí la forma de componer las oraciones en mi fuero
interno. Cada día intento practicar más, pensar de forma positiva. Esto me
ayuda a acercarme a los objetivos que quiero conseguir, los defino y voy a
buscarlos concentrándome sólo en ellos.
Un
ejemplo de perogrullo es pensar en ir a
correr, si sólo pienso en correr, es muy difícil que mi mente piense en
parar, mientras que si salgo a correr con el pensamiento de “no tengo que
parar” ese no, va a condicionar mi entrenamiento. Prueba esto, dile a
alguien que no piense en un vaso de agua, posiblemente incluso ahora tú estés
pensando en el vaso de agua. El no marcará la dirección de tu acción
final.
Este
ejemplo me sirve para mostrar la fuerza que tienen las palabras para alejarnos
o acercarnos con la mayor armonía a conseguir nuestros objetivos. Por eso
presté atención a los dos verbos que se repetían en las conversaciones que eran
robar y sacar. Son verbos que se usan para explicar cómo conseguimos el tiempo
para entrenar. ¿Te suenan las frases? he robado tiempo al sueño, a la familia,
saco el tiempo de donde no lo hay y algunas más.
En
definitiva nos dirigimos al entrenamiento formando frases construidas con
verbos con connotaciones negativas. Una de las acepciones del verbo robar habla
de apropiarse de algo ajeno contra la voluntad del dueño, y de sacar, poner a
algo o alguien fuera del lugar o condición en el que estaba.
Sin
darnos cuenta nos dirigimos al entrenamiento mediante una acción transgresora y
me he preguntado cómo poder formar frases positivas que me lleven a lo que
quiero conseguir, en este caso a entrenar pero sin robar o sacar nada a nadie incluyéndote
a ti mismo.
Mi conclusión es que podemos cambiar los verbos por otros
que sumen al entreno, por ejemplo formulándonos preguntas ¿Quiero cambiar horas
de sueño para entrenar y recuperarlas
más tarde? (tendrás que especificar cuándo) Si contestas sí, estás generando
compromiso contigo, dando la gran importancia que tiene el descanso, parte
básica para la recuperación. La misma formula sirve para la familia, la
alimentación o a quien se le esté robando o sacando el tiempo. La respuesta
positiva da equilibrio al entrenamiento y nadie ni nada sentirá que se le roba
o saca tu presencia.
Si te apetece haz la prueba y me cuentas qué tal.
Fantástico Xavi! Muy clarificador y útil!
ResponderEliminarUn abrazo!